
La Fundación Alimerka celebró este miércoles, 3 de diciembre, la entrega de los XVI Premios Luis Noé Fernández en la Sala de Cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Un acto que, un año más, reunió a representantes del ámbito social y científico, miembros del Patronato, integrantes de los jurados y directivos de Alimerka. Un encuentro cálido, de esos que recuerdan por qué merece la pena seguir trabajando por un mundo más justo.
En esta edición, los galardones han reconocido el trabajo de la Asociación Albéniz, la ONG Sendera y el Grupo de Investigación en Nutrición Pediátrica, dirigido por la pediatra María Rosaura Leis. Cada entidad recibió 20.000 euros para impulsar sus proyectos y una obra gráfica creada especialmente para la ocasión por la artista asturiana Helena Toraño.
Durante el acto, el director de la Fundación, Antonio Blanco, destacó el valor de unos premios que ya son tradición: “Dieciséis años de una actividad ininterrumpida que nos permite contar con grandes representantes del ámbito de la nutrición, la asistencia alimentaria y la lucha contra el hambre y la malnutrición. Entidades como Albéniz, que demuestran un trabajo continuado con un colectivo invisible como es la juventud en situación de sinhogarismo o de alta vulnerabilidad social. También con la ONG Sendera, que trabaja en distintas comunidades de África y América Latina para potenciar la seguridad alimentaria. Y el Grupo de Investigación de Nutrición Pediátrica C-022, liderado por la pediatra Rosaura Leis, muy conocida en el ámbito nacional por sus trabajos de prevención de la obesidad en la infancia».
Un mensaje que sonó a reconocimiento, pero también a impulso para quienes trabajan en primera línea, muchas veces en silencio.
Premio de Nutrición: un compromiso con la infancia
El Premio en la categoría de Nutrición recayó en el Grupo de Investigación de Nutrición Pediátrica C022, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela. El jurado reconoció su extensa trayectoria en la prevención de la obesidad infantil, una labor que combina ciencia, divulgación, formación y la implicación activa de la sociedad.
La doctora Rosaura Leis, que recogió el galardón, recordó que la meta de todo su trabajo es clara: “ayudar a mejorar la salud y la calidad de vida de los niños y adolescentes y de sus familias”.
Confesó además la ilusión que sigue sintiendo cada día: “He tenido y tengo la fortuna de trabajar en un campo que me apasiona, que hace que me levante cada día ilusionada y con la cabeza llena de proyectos compartidos con muchos otros profesionales…”.
Sus palabras resonaron en una sala que escuchaba con respeto y admiración.
Premio de Asistencia Alimentaria: la Asociación Albéniz y el sinhogarismo juvenil
La Asociación Albéniz fue distinguida en la categoría de Asistencia Alimentaria por su enfoque integral ante la exclusión social. No solo ofrece apoyo básico, sino que trabaja para reforzar la autonomía, la dignidad y los derechos humanos de quienes atiende.
Su presidente, Javier Vicente Canela, recordó una realidad que pasa demasiado desapercibida: el sinhogarismo juvenil. Lo definió como “uno de los retos más urgentes”.
Y añadió que este premio “supone, en primer lugar, visibilizar el sinhogarismo, hacer pública una realidad tan ignorada. Es también un reconocimiento a la Asociación Albéniz, que lleva 35 años comprometida con las personas en situación de sinhogarismo mediante una metodología centrada en la persona…”.
Una reflexión necesaria, oportuna y, sobre todo, honesta.
Premio contra el Hambre: cuatro décadas de compromiso de la ONG Sendera
La trayectoria de la ONG Sendera, con más de 40 años de trabajo en países como Bolivia, República Dominicana o Etiopía, la hizo merecedora del Premio en la categoría de Lucha contra el Hambre. Un reconocimiento a su impacto real en comunidades donde la seguridad alimentaria todavía es un desafío diario.
Su presidenta, Mónica Redolad, quiso poner en valor la capacidad humana para construir futuro: “Sabemos que el ser humano es capaz de lo mejor, y también de lo peor. Yo estoy convencida de que ‘lo mejor’ tiene mucha más fuerza”.
Agradeció el galardón, que definió como una motivación para seguir adelante, y lo hizo extensivo a todas esas organizaciones pequeñas, “a veces desconocidas para la mayoría”, que sostienen vidas sin hacer ruido.








