La noche en Costa Feira se tiñó de música y emociones con la esperada actuación de Camilo, que ofreció un espectáculo vibrante en el que no faltaron sus grandes éxitos y una atmósfera de alegría compartida con todo el público. Fue una velada inolvidable, pensada para disfrutar en familia, en pareja o entre amigos.
Desde el primer acorde, el artista colombiano desplegó su particular estilo, una fusión de pop latino, ritmos urbanos y reguetón, que envolvió a las Rías Baixas en un ambiente festivo y romántico.
El concierto arrancó con fuerza con temas como Una vida pasada, Millones y Favorito, marcando el tono de lo que sería una noche de cantar, bailar y emocionarse. Camilo, acompañado de su banda de confianza —Óscar Convers (bajo), León Subervi (guitarra), Frank Fuentes (percusión), Reinaldo González (percusión), Nicolás González (teclados) y Edwar Montoya (trombón)— mostró una complicidad sobre el escenario que contagió al público.
Uno de los momentos más cercanos llegó con Vida de Rico, cuando el cantante bajó del escenario para saludar de cerca a sus seguidores. Tras esa canción, aprovechó para mandar un mensaje de apoyo y ánimo a todas las personas que están luchando contra los incendios que azotan la península.
El concierto también dejó espacio para la intimidad: el público coreó a todo pulmón las versiones acústicas de Querida yo y Tutu, en una de las partes más emotivas de la noche.
La sorpresa de la velada llegó con la aparición de Evaluna Montaner, esposa de Camilo, que subió al escenario para cantar junto a él Machu Picchu y Plis, provocando una ovación unánime.
La recta final del espectáculo fue un desfile de éxitos: Por primera vez, Kesi, Me toca a mí y, como broche de oro, la esperada Índigo, que puso en pie a todo Costa Feira y cerró una noche que quedará grabada en la memoria de sus seguidores.









