
Agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Portuaria de Vigo localizaron a varias personas escondidas en un semirremolque que estaba a punto de embarcar rumbo a Reino Unido desde el Puerto de Vigo. Entre los polizones se encontraban menores de edad y todos eran extranjeros que intentaban viajar de manera clandestina, esquivando los controles fronterizos.
El transporte de personas ocultas en contenedores o áreas de carga es uno de los métodos más utilizados por las redes de inmigración ilegal. En algunos casos, estas organizaciones incluso proporcionan alojamiento cercano a los puertos y trasladan a los viajeros en condiciones que ponen en riesgo su integridad física e, incluso, su vida.
Los hechos se produjeron cuando la Policía Portuaria de Vigo detectó a una persona en el interior del semirremolque. Ante ello, se activaron los efectivos de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana, la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Vigo-Redondela, así como agentes de la UDAIFF y del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, con perros especializados en la búsqueda de personas. Tras una inspección minuciosa, se localizó a tres individuos escondidos en la zona de carga de vehículos del puerto.
Todos eran ciudadanos extranjeros, y entre ellos había dos menores de edad. Intentaban viajar ocultos en el semirremolque, cuyo destino final era un ferry con rumbo a Reino Unido. Los agentes comprobaron la identidad de los implicados, su situación administrativa y también localizaron al responsable de la empresa de transporte.
Subsistir hasta lograr embarcar
Este tipo de prácticas es habitual y recurrente en distintos puertos españoles. Quienes buscan viajar de manera irregular suelen esconderse en contenedores o zonas de carga durante varios días, llevando ropa de abrigo y víveres, hasta conseguir embarcar en mercantes o embarcaciones pesqueras.
La operación en Vigo es fruto de la intensificación de los controles en la zona de carga y las instalaciones portuarias. La labor conjunta de la Brigada de Extranjería, la Guardia Civil y la Policía Portuaria permite detectar estos intentos y evitar que los polizones se expongan a situaciones de riesgo extremo.








