La falta de civismo se hace cada vez más evidente en situaciones cotidianas. En Mercadona, como en cualquier otro supermercado, es habitual ver vehículos ocupando dos plazas o incluso estacionados en espacios reservados para personas con movilidad reducida sin disponer de la tarjeta correspondiente.
Sin embargo, la imagen que nos han enviado desde Vigo hoy al diario sigue sucediendo en Mercadona pero esta vez con los carros para la compra. Algunas personas, después de realizar la compra, dejan el carrito lleno de basura y restos, obligando al siguiente cliente a recogerlo. Un gesto que evidencia una preocupante falta de respeto y de educación, y que repercute en la convivencia diaria de todos.
Además, no es solo eso, también muchos clientes dejan los carros repartidos por los aparcamientos molestando a conductores y obligando a los empleados a dejar su trabajo en el super para recoger estos carros. Pero eso ya es otra historia.












