Este viernes el Concello de Vigo aprobará de forma inicial el proyecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una medida que deberán implantar todas las ciudades europeas en cumplimiento de la normativa comunitaria.
El alcalde, Abel Caballero, explicó que Vigo aplicará la ZBE “con sentido común, garantindo a continuidade da actividade cidadá e evitando que a medida se converta nun elemento coercitivo”. Además, dejó claro que el proyecto “non contempla as sancións como forma de procedemento na ZBE”.
La iniciativa se someterá a exposición pública durante 30 días, periodo en el que la ciudadanía podrá presentar alegaciones. De forma paralela, se abrirá el trámite de audiencia de la ordenanza municipal que regulará el funcionamiento de la ZBE, estableciendo normas sobre accesos de residentes, excepciones, movilidad reducida, aparcamientos y otros aspectos de gestión.
La ZBE de Vigo abarcará 67 hectáreas, aproximadamente 400.000 metros cuadrados, que comprenden el centro de la ciudad, además de la Praza de Portugal, Bouzas y el Calvario. Caballero insistió en que se garantizará la normalidad de la vida diaria, con excepciones para vecinos, comercios, centros de salud y servicios esenciales.
El proyecto cuenta con una inversión de 5,4 millones de euros, financiados en su práctica totalidad por la Unión Europea. Pese a ello, el alcalde reiteró su desacuerdo con la imposición comunitaria, a la que calificó de “unha discriminación social, porque non todo o mundo pode permitirse a compra dun vehículo con etiqueta verde medioambiental”.
